“Mi encuentro con el teatro pudo haber sido efímero y superficial si no hubiera sido por la mirada que Alejandro Tantanian recreó en mi retina. Esa mirada que sólo un enamorado y estudioso de este arte puede transmitir tan claramente. Esa mirada que se une a la mirada de mi cámara. Quise atravesar y ser testigo de este proceso de creación junto a cada una de las personas comprometidas en el proyecto.
Mi mirada como fotógrafo quiso atesorar alguna de las vivencias previas al resultado final, recorrer junto a actores, colaboradores y director el camino que va desde los tanteos informes a la creación, del caos al orden, del nacimiento al otro nacimiento: el que el público sabrá apreciar.
Mi intención fue acompañar el proceso y registrar imágenes - que generalmente quedan como recuerdos íntimos del grupo – para transformar al público en invitado especial, en voyeur de este proceso.
Mi compromiso no estuvo marcado sólo por la documentación de los ensayos sino también por lo que de personal se supo despertar a partir de las fuentes y materiales propuestos para la creación de este espectáculo: materiales y fuentes que despertaron en mí la necesidad y la urgencia de verme asociado al proceso de creación.”
Ernesto Donegana, Julio de 2005.
9.8.05
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